A 32 años de la suscripción del Tratado de Asunción, que constituyó el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se conmemora uno de los acontecimientos más trascendentes en materia de política exterior de los tiempos democráticos del Paraguay.
En aquel acto realizado en Asunción, en el Salón de Convenciones del Banco Central del Paraguay, un 26 de marzo de 1991, los Presidentes Carlos Menem, Fernando Collor de Mello, Andrés Rodríguez y Luis Lacalle Herrera, sellaban un compromiso solemne, inspirados en el loable paradigma del regionalismo abierto, teniendo en perspectiva la ampliación de las dimensiones de los mercados nacionales, a través de la integración.
El propósito integrador propugnaba con clarividencia, desde el inicio, objetivos muy ambiciosos, tales como el más eficaz aprovechamiento de los recursos disponibles, la preservación del medio ambiente, el mejoramiento de las interconexiones físicas, la coordinación de las políticas macroeconómicas y la complementación de los diferentes sectores de la economía, con base en los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio.
Los acontecimientos internacionales de aquel entonces propiciaban la consolidación de grandes espacios económicos, de suma importancia para lograr una adecuada inserción internacional. En ese contexto, el MERCOSUR fue un paso trascendental en el esfuerzo tendiente al desarrollo progresivo de la integración en América Latina.
El nuevo bloque de integración subregional se manifestaba convencido de la necesidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
La voluntad política de los Gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, se sentó en los mencionados elementos que constituyen el preámbulo del Tratado de Asunción, creando las bases para una unión cada vez más estrecha entre sus pueblos.
En función de los enunciados precedentes fue constituido el MERCOSUR, con propósitos y principios precisos en materia de libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, política comercial común, coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales y el compromiso de armonizar legislaciones, todo ello fundado en la reciprocidad de derechos y obligaciones entre los Estados Partes.
El Tratado de Asunción también consignó diferencias puntuales de ritmo para el Paraguay en el marco del programa de liberalización comercial, atendiendo las particularidades propias de la economía nacional.
Otros elementos fundamentales se plasmaron luego en el Protocolo de Ouro Preto, Adicional al Tratado de Asunción sobre la Estructura Institucional del MERCOSUR, adoptado en diciembre de 1994, donde se definieron aspectos centrales, tales como la estructura institucional del MERCOSUR, sus órganos y respectivas competencias, su personalidad jurídica, las fuentes jurídicas, un Anexo especial complementario para el sistema de solución de controversias, entre otros, destacándose por ejemplo la integración de una Comisión Parlamentaria Conjunta y de un Foro Consultivo Económico y Social, para coadyuvar con las tareas de los Poderes Ejecutivos en el desarrollo del proceso de integración.
Otros aspectos angulares del Protocolo de Ouro Preto lo constituye el Sistema de Toma de Decisiones, según el cual, las decisiones de los órganos del MERCOSUR serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados Partes.
En justicia, debe reconocerse la trascendencia del MERCOSUR para el incremento de los intercambios comerciales, las iniciativas de integración productiva, y los esfuerzos por armonizar normas y procedimientos.
En materia de relacionamiento externo, los vínculos internacionales fueron desarrollados de manera conjunta y plasmados en acuerdos de complementación económica con los países de la ALADI; y de libre comercio y de preferencias fijas, con diferentes regiones del mundo, procurando un equilibrio entre los intereses individuales y las oportunidades efectivas de comercio, preferenciándose siempre los intereses ofensivos del bloque.
Desde la perspectiva paraguaya, el objetivo esencial ha sido, permanentemente, incluir en el centro de la construcción comunitaria un pilar dedicado a la superación de las asimetrías.
A fines del 2003 el MERCOSUR dispuso la creación de un Fondo de Convergencia Estructural, el FOCEM, y de otros instrumentos comerciales tales como un régimen de origen diferenciado, trato preferente en las negociaciones externas, regímenes especiales para diversos sectores económicos y una lista incrementada de excepciones al arancel externo común.
El FOCEM ha financiado proyectos de importancia esencial para nuestro país. Vale citar, entre algunos, las líneas de transmisión de 500 Kv entre Itaipu y Villa Hayes; el Proyecto Costanera Norte y su empalme con la Ruta 9, mediante el viaducto en la zona del Botánico; la carretera que une a Concepción con el Rio Apa; diversos corredores viales en regiones productivas; proyectos de viviendas populares; laboratorios de investigación para la producción vegetal y animal, estando en curso, entre otros, una nueva carretera entre las localidades de San Pedro y Concepción. Esta enumeración de proyectos concretados, ante requerimientos sentidos de la sociedad y la economía paraguaya, confirman la trascendencia de este pilar de la construcción del MERCOSUR.
Pasados 32 años desde la firma del Tratado de Asunción, se impone una serena reflexión para definir los destinos del proceso de integración. Hay importantes lecciones surgidas de la convivencia regional de más de tres décadas, que pueden dar un útil aporte para superar de manera conjunta las dificultades y desafíos que todavía persisten.
Las lecciones más recientes de la Pandemia del COVID-19 y las consecuencias del conflicto en Ucrania, el desarrollo de la agenda digital, el comercio electrónico y otras modalidades de transacciones comerciales, igualmente ayudarán a definir el perfil del esquema de integración que atienda fielmente los intereses del MERCOSUR y sus Estados Partes, en este nuevo escenario de la economía y el comercio mundial.
El compromiso con la integración regional debe atender los requerimientos de la sociedad y de la economía, con base en los principios y valores de sus instrumentos fundacionales.
Asunción, 24 de marzo 2023
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