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Breve reseña histórica

Paraguay fue descubierto en el año 1524 por el adelantado portugués, Alejo García, formando la “Provincia Gigante de las Indias”. Entre el descubrimiento y subsiguientes operaciones, los nombres más conocidos en aquella época fueron: Sebastián Gaboto, Pedro de Mendoza, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Juan de Salazar de Espinoza, Juan de Ayolas, Domingo Martínez de Irala y otros que tuvieron gravitante actuación en la fundación de fuertes y pueblos e iniciaron, en alianza con las comunidades indígenas, un proceso de conformación social marcado por la fuerza de los conquistadores y la acción evangelizadora de la Iglesia Católica. Los primeros misioneros fueron de la orden de San Francisco de Asís, luego vinieron los sacerdotes de la Compañía de Jesús, los Jesuitas, ambos evangelizadores dejaron un legado cultural de gran importancia para el Paraguay.

El dominio español llegó a su fin en el año 1811 con la revolución del 14 de mayo, cuando un grupo de patriotas decidió acunar un país independiente y soberano.

Aún se conservan los edificios construidos en la segunda mitad del Siglo XIX

La nueva República tomó estatus constitucional con el Gobierno de Don Carlos Antonio López en 1844 y experimentó un desarrollo económico, técnico y social sorprendente. En esa época se establecieron servicios como el ferrocarril, la navegación mercante, el telégrafo. Se construyeron grandes y bellos edificios, se instaló un astillero y la primera planta siderúrgica en América.

En la actualidad, el Paraguay es un Estado Social de Derecho con régimen democrático, cuyo gobierno es ejercido por tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El territorio está dividido en 17 departamentos regidos por un gobernador, una junta departamental y cada distrito tiene un gobierno local encabezado por un Intendente municipal.

La multiculturalidad hace del Paraguay, un país peculiar y diferente, en continua evolución. Con poblaciones autóctonas de cinco familias lingüísticas, prevaleciendo el guaraní, con la presencia de inmigrantes provenientes de varios países del mundo, aportaron a la primera mezcla española-guaraní, una riqueza extraordinaria en las manifestaciones culturales.